¿Quiénes son los dos sacerdotes polacos
mártires en Perú?
Miguel Tomaszek y ZbigniewStrzalkowski (foto dominio público)
LIMA, 03 Feb. 15 / 03:38 pm (ACI).- Este martes 3 de febrero el Papa Francisco aprobó
el decreto que reconoce el martirio de los sacerdotes polacos Michele Tomaszek
(31) y Zbigneo Strzalkowski (33), de la Orden de los Hermanos Menores
Conventuales asesinados el 9 de agosto de 1991 por el movimiento maoísta
Sendero Luminoso que por esos años sembraba el terror en el Perú.
Ambos
jóvenes franciscanos trabajaban pastoralmente en la localidad de Pariacoto, en
los Andes de Ancash (Perú), país donde vivían hacía once años y que por
entonces intentaba salir de la profunda crisis económica en que se encontraba,
mientras los terroristas de Sendero Luminoso seguían asesinando miles de
civiles y autoridades en pueblos y ciudades –incluyendo la capital-, con el fin
de instaurar un régimen comunista.
En
ese sentido, la labor evangelizadora que realizaban los dos sacerdotes con los
pobres de Pariacoto –donde llevaban tres años- era considerada una amenaza por
los terroristas, pues no dejaban que el odio se apoderara de los corazones de
los fieles. Sin ese odio, Sendero no podía tener más miembros para su lucha
armada.
Así,
al ver que sus amenazas no afectaban el trabajo pastoral de los franciscanos,
el 9 de agosto de 1991 los senderistas deciden llenar de pintas las paredes de
los edificios de la plaza de Pariacoto. Al anochecer, armados y con los rostros
cubiertos, arrestan al alcalde.
Paralelamente
fray Zbigniew exponía en la iglesia el Santísimo Sacramento, mientras esperaba a
su compañero para celebrar la Misa.
Una vez concluida la Eucaristía, cierran el templo. Al rato aparecieron unos
hombres encapuchados que tocaron la puerta y reclamaron la presencia de los
sacerdotes “para hablar con ellos”.
Apenas
los vieron, les ataron las manos y se los llevaron en la camioneta de la
misión. Fueron trasladados junto con el alcalde a Pueblo Viejo. Durante el
camino, los terroristas sometieron a los sacerdotes a un “interrogatorio”,
acusándolos de “engañar a la gente” e “infectar a las personas mediante la
distribución de alimentos de la imperialista Caritas". E incluso los
acusaron de adormecer “el ímpetu revolucionario con la predicación de la paz”.
Posteriormente, cuando llegaron a las inmediaciones del cementerio, los
ejecutaron a todos.
La
Conferencia Episcopal Peruana condenó el asesinato de ambos misioneros y señaló
que “la Iglesia, una vez más comprometida en la creación de la Civilización del
Amor en nuestro pueblo, rechaza enérgicamente esta ignominia sangrienta que no
abre ningún camino de salvación en la situación crítica que afronta el
Perú".
Asimismo,
al enterarse de la noticia, San Juan Pablo II afirmó que ambos frailes “son los nuevos
mártires del Perú”. En aquel momento estaba con el Papa un franciscano, el P.
Jarek Wysoczanski, el "tercer compañero” de fray Miguel y fray Zbigniew,
que sobrevivió a la tragedia porque estaba en Polonia para asistir almatrimonio de
su hermana.
Días
después del asesinato, una religiosa que colaboraba en la misión dijo que lo
ocurrido le parecía un sueño, “me impresiona una vez más en Miguel y Zbigniew
su fidelidad al Señor y a este pueblo andino, y la voluntad de ser consecuentes
con lo que predicaron. Recuerdo su entusiasmo por la vocación franciscana y
misionera y su disponibilidad para el servicio, a pesar, tantas veces, del
mucho cansancio”.
“Permanecieron
allí hasta el final. Eso no se improvisa, es un don. Vi a Zbigniew unos días
antes de su martirio, le pregunté si estaban amenazados, sonrió y dijo: ‘No
podemos abandonar al pueblo. Nunca se sabe, pero si nos matan, que nos
entierren aquí’. A Miguel lo vi un mes antes, vivía como si no pasara nada,
abandonado en Dios. Ambos, hombres de Dios, tal vez vivían pensando que todavía
no era su hora; sin embargo, fue la hora de Dios”, relató la religiosa.
El
martirio de los dos sacerdotes polacos fue reconocido este martes por el Papa
Francisco, junto al martirio del sacerdote italiano Alessandro Dordi, asesinado
también por Sendero Luminoso 16 días después.
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